MORENA ¿CONSENSO O NUEVO CONFLICTO?
En las últimas horas se conoció un acuerdo del Comité Ejecutivo Nacional de MORENA para nombrar una delegada en Quintana Roo. La noticia dejó buenas y malas impresiones. Por un lado, llamó la atención la secrecía con la que se tomó la decisión, que genera sospechas fundadas. Pero por el otro, le da al partido, por primera vez en mucho tiempo, la posibilidad de tener algo parecido a una vida orgánica interna en el estado.
Lo primero que llamó la atención del nombramiento fue justamente el nombre. Varios referentes importantes del partido comenzaron a hablar por teléfono a la Ciudad de México, e incluso recurrieron a Google para saber quién es Liliana Castro Muñoz, la nueva delegada.
Se enteraron que es veracruzana, que fue candidata a diputada local en ese estado, y que hasta el viernes, al menos, era Secretaria de Estudios y Proyectos del CEN. También se supo que tiene buena imagen dentro del partido, y que su tarea en Quintana Roo sería por unos 4 meses.
Parece que sus objetivos son claros: organizar el partido para las asambleas distritales, que deberán realizarse una vez que pase la pandemia del coronavirus, y serenar los ánimos políticos, sobre todo entre los aspirantes a la gubernatura.
El hecho de que llegue alguien de fuera para buscar los acuerdos dentro MORENA QR generó también buenas impresiones. Ninguno de los referentes locales podía garantizar imparcialidad; el partido está demasiado dividido.
Hasta ahí, podría decirse, las buenas noticias. Lo demás es parte de las dudas y las sospechas.
PERTENENCIA:
Lo segundo que llamó la atención de este nombramiento es que los primeros que se enteraron fueron los actores políticos cercanos a la senadora Marybel Villegas. La respuesta a ello es que la nueva delegada es cercana a la presidenta del Consejo Nacional del partido, Bertha Luján, aliada transitoria de la senadora.
Una de las versiones en ese sentido es que el nombramiento podría ser el pago de favores de Bertha por el claro apoyo que Marybel le dio en la batalla por sacar a Yeidckol Polevnsky de la presidencia interina de MORENA.
En su momento, la senadora movilizó a toda su gente para darle quórum y el voto a Bertha en el Congreso Nacional Extraordinario que al final sacó a Yeidckol del poder.
Yendo más a fondo en la pertenecía política de Liliana Castro, se la vinculó directamente con Francisco de la Huerta. Y ahí la historia toma otro color.
De la Huerta fue “elegido” por el poderoso Gabriel García Hernández para quedarse con su cargo de Secretario de Organización del CEN de MORENA, cuando García Hernández pasó a ser el coordinador de los programas sociales del Gobierno Federal.
En ese contexto, Francisco de la Huerta tiene una historia particular con Quintana Roo. A fines de julio de 2019, se reunió en un hotel de Cancún con los entonces diputados locales electos, e incluso con los alcaldes, ostentándose como Secretario de Organización del partido. De esa reunión surgió una Agenda Legislativa que se dio a conocer a los medios de comunicación.
Al otro día, en medios nacionales, Yeidckol Polevnsky, entonces presidenta interina de MORENA, desconoció esa reunión y esa Agenda. Dijo que De la Huerta no era el Secretario de Organización del partido, porque Gabriel García no tenía autoridad para dejar a su sustituto. Yeidckol nombró en ese cargo a Leonel Godoy.
Y aquí viene el punto más importante. La principal convocante de aquella reunión fue Marybel Villegas, que es políticamente cercana a Gabriel García. En esa reunión, incluso, por primera vez el marybelismo se mostró abiertamente a favor de Bertha Luján para la presidencia nacional de MORENA.
La anécdota es interesante porque muestra todo el entramado de relaciones políticas detrás del nombramiento de la nueva delegada.
Eso, por supuesto, no invalida la eficacia de ese nombramiento. Se reitera un dato: Liliana Castro tiene buena imagen interna en MORENA, en donde se la considera una persona honesta y comprometida con la 4T.
Pero también es cierto que la tarea de la nueva delegada será determinante en el futuro del partido, y es por ello que todas las alarmas están encendidas.
DESENLACES Y RIESGOS:
De los trabajos que viene a realizar Liliana Castro, el más arduo y más comprometido será el de preparar el escenario para la realización de las asambleas distritales. Recordemos que el último ejercicio de MORENA en ese sentido no fue satisfactorio: la asamblea en Chetumal se suspendió, y en todas las otras hubo graves denuncias de irregularidades.
La realidad es que los estatutos de MORENA tienen reglas muy generales en cuanto a las asambleas, y quien tenga el poder en la mano, tiene muchas posibilidades de orientarlas para donde quiera.
En el transcurso de esa tarea, será posible advertir si la nueva delegada trabaja para favorecer a algún grupo. Lo riesgoso es que quizá la confirmación de esa mala noticia llegue cuando sea imposible hacer nada para detenerla.
Para que se entienda: el que controle las asambleas distritales se queda con el partido en el estado, con todo lo que eso significa.
LA DIVISIÓN:
Si finalmente se verificará que la nueva delegada tiene relación con el marybelismo local, la situación se tensaría demasiado en el partido y con el Gobierno estatal. En ese orden.
Hay a veces un error de percepción sobre la estrategia que tiene ese grupo político. El objetivo mediático de Marybel Villegas es el gobernador Carlos Joaquín. Pero el objetivo político del marybelismo es destruir a sus adversarios internos, trabajo que realizan los aliados incondicionales de la senadora, dentro y fuera del partido y de la política. Por eso, ese escenario sería caótico.
Si Liliana Castro no viene a pagar favores de Bertha Luján a Marybel, la situación sería muy diferente. Si logra ponerle un poco de orden a MORENA, y ciertas reglas claras en la batalla interna (por ejemplo, que los objetivos mediáticos de los morenistas no sean sus propios servidores públicos y compañeros de partido) todo el peso del lopezobradorismo caería sobre los otros partidos. O sea, ahí MORENA se convierte en un problema para los demás.
Según cuál de esas dos versiones de la realidad se imponga, será el destino inmediato de MORENA Quintana Roo. El partido más grande del estado deberá decidir entre continuar la lucha fratricida, o unirse para apoyar a su fundador, fortalecer el partido, y ganar las elecciones de 2021.
Fuente: Hugo Martoccia
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