MARYBEL, DE NUEVO EN LA JUGADA… PERO SE LA PONEN DIFÍCIL.

En el Senado de la República se ha decidido que sea mujer y del grupo mayoritario, quien ocupe la presidencia de la Mesa Directiva para el siguiente año de ejercicio de la LXV Legislatura.

Así lo ha confirmado este martes Ricardo Monreal, líder de la Cámara Alta, quien se reunió con las cinco senadoras de Morena que han levantado la mano anotándose para dicho cargo.

Ellas son: Bertha Alicia Caraveo Camarena, de Chihuahua; Imelda Castro Castro, de Sinaloa; Martha Lucía Micher Camarena, de Guanajuato; Ana Lilia Rivera Rivera, de Tlaxcala y Maribel Villegas Canché, de Quintana Roo.

¿Los requisitos que les puso sobre la mesa Monreal a las aspirantes? Fueron sólo tres, fáciles y sencillos… aunque aquí es donde se le puede complicar el asunto a la quintanarroense.

Porque el jefe Monreal, para nominar a la ganadora, acordó con ellas:

1.- Que sea lleve a cabo un proceso en unidad.

2.- Que la elección no genere fisuras ni división en el Grupo Parlamentario.

3.- Evitar campañas adelantadas y esperar los tiempos oficiales (después del 15 de agosto) para realizar una elección abierta y libre.

Y bueno, esas tres condiciones pudieran tornar algo difícil a la senadora Villegas, por su fuerte temperamento y su forma particular de ver, entender y hacer la política. Que nada bueno le ha dejado.

Porque cabe recordar que esos fueron precisamente los requisitos que se pidieron en el proceso interno de Morena para elegir candidaturas en Quintana Roo… y Maribel no pudo cumplir con ninguno.

Es más, hasta acuerdos firmados rompió, convocó a la división del partido y ya encarrerada, arremetió contra la dirigencia nacional al no verse favorecida como candidata por Cancún, dinamitando lo que ya había construido.

Pese a los desfiguros, hoy le dan otro voto de confianza y se enfrenta a un nuevo e importante reto, para liderar la Mesa Directiva del Senado, pero habrá que ver si cogió experiencia del proceso pasado y no vuelve a tomar las mismas malas decisiones.

Son tres requisitos. Tres nada más.

Fáciles y sencillitos… si es que acaso Marybel es capaz de verlos así.